Cuando mi música llega al corazón de la gente...

siento que todo tiene un sentido, que mi función en esta vida es llevar unos momentos de alegría al que le guste escuchar. Hoy fue emocionante en un acilo de ancianos, ver a la gente emocionada con lágrimas, aplaudiendo con la poca energía que aún les queda y una sonrisa grande, para demostrar su cariño. El broche de oro lo dió cuando la responsable del sector me pidió después del concierto si podía tocar otra vez uno de esos temas, y ella se puso a cantar... en ese momento me salieron a mí las lágrimas.

En este mundo donde pasan tantas cosas, ver que al final de cuentas lo que importa es esencial al corazón, (aunque suene banal ), sigo pensando que no me confundí al elegir mi carrera.